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Cómo perder el miedo a las matemáticas

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Cómo perder el miedo a las matemáticas

Cómo perder el miedo a las matemáticas y hacerlas tus aliadas

Las matemáticas son fundamentales en nuestro día a día. Las tenemos mecanizadas y no nos damos cuenta de hasta que punto convivimos con ellas y nos facilitan la vida. Están presentes en muchas acciones y actividades cotidianas. Utilizamos el lado derecho de nuestro cerebro para manejar monedas, llevar nuestra economía personal, razonamientos lógicos, calcular y gestionar el tiempo que tardamos en realizar cada tarea o trasladarnos a un lugar. En definitiva, están presentes en infinidad de acciones y actividades de nuestra vida diaria.

No sólo son útiles, prácticas y nos facilitan la vida, además son muy importantes en el desarrollo de la mente de niños y adolescentes. Ayudan a interpretar la información que recibimos, a comprobar si es veraz o no. A recopilar datos, organizarlos y relacionarla para encontrar una solución. Nos enseñan a tener un pensamiento crítico y analítico, formar criterios objetivos basados en deducciones y argumentos. Nos educan a pensar y hacernos preguntas para basar nuestras decisiones y opiniones en argumentos fundamentados.

Hoy en resueltoos queremos facilitaros el acercamiento a las matemáticas con unas pautas que esperamos os resulten útiles y os ayuden a hacer de ellas unas compañeras amigables. Nos gusten o no, las matemáticas, la física y la química nos van a acompañar durante años en nuestra vida de estudiantes así que mejor pararse e intentar llevarse bien con ellas que convertirlas en largas horas de castigo y penitencia. Y quién sabe, si acortamos distancias, igual terminas dedicándote profesionalmente al mundo de las ciencias exactas. 

Las temidas matemáticas, la asignatura pendiente de muchos alumnos.

A nivel académico, las matemáticas han sido son y seguirán siendo una de las asignaturas más temidas y odiadas por muchos alumnos. Cierto es, que por carácter hay personas más predispuestas a la investigación y al razonamiento objetivo. Por tanto, les resultan más fáciles y disfrutan con ellas. Mientras otras tienen un don natural para las artes, facilidad para los idiomas, o una creatividad innata. Todos hemos tenido un amigo que parece nacido con un don para resolver problemas y operaciones matemáticas mientras nosotros nos dejamos la paciencia y el amor propio intentándolo. Pero nada viene pre escrito en nuestra genética, todo es cuestión de cómo te enseñen a acercarte a ellas, cómo te las expliquen y conseguir entenderlas desde el primer contacto en el aula de infantil.

A menudo, no comprenderlas desde el principio e ir arrastrando una falta de base hace que cada vez nos cuesten más, perdamos más tiempo en intentar memorizar sin entenderlas y no consigamos más que frustrarnos y desesperarnos. El problema se hace cada vez más grande y mayores las ganas de perderlas de vista. Pide ayuda a tiempo y busca clases extraescolares de refuerzo antes de que estés totalmente perdido.

No arrastres agujeros negros, todo pasa factura tarde o temprano.

Estas tres pautas son de imprescindible aplicación no sólo para las matemáticas, física o química. En general a todas las asignaturas en tu vida de estudiante. Es necesario entender, cimentar una base de conocimientos que haga que todo se vaya encadenando y fluya. No dejar temas pendientes de estudiar antes de pasar al siguiente. Todo termina relacionado y si vamos dejando cosas a medio estudiar, sólo conseguiremos que la bola de nieve sea cada vez más grande.

Aquí van tres fundamentos básicos aplicables siempre a todos los estudios y formaciones que emprendas en un futuro:

Aprende correctamente cada lección a la que te enfrentes, no dejes flecos ni temas pendientes. Asienta lo estudiado antes de dar el siguiente paso. Lo más fácil es que tengas que terminar aplicándolo en un futuro o que el tema posterior se base en el conocimiento adquirido en el anterior.

Dedícales tiempo a los enunciados. Entiende lo que piden, lee con atención antes de ponerte a escribir. A veces por leer entre líneas o dar cosas por supuestas no llegamos a saber que nos están pidiendo realmente. No te adelantes y lee un par de veces antes de responder.

Practica los ejercicios corregidos en clase. Refuérzalos repitiéndolos para no olvidarlos e interiorizar bien su ejecución.

Aprende cada cosa en su momento y afiánzala antes de pasar a practicarla. Estudia los teoremas y las fórmulas matemáticas antes de empezar a hacer ejercicios mecánicamente. Entiende porque y asegura bien el conocimiento antes de continuar. Tenerlo en la memoria te ayudará en el siguiente paso de tu aprendizaje en la materia. Si tienes dudas y no consigues resolverlas busca un profesor particular. Unas horas de clases particulares enfocadas en resolverlas serán un gran apoyo con el que ponerte al día.

Lee los enunciados una o dos veces, entiende lo que piden y realiza un esquema mental antes de responder. Utiliza un papel en sucio si es necesario para organizar tu respuesta. Pero sobre todo lee y entiende bien los pasos a seguir y lo que te están pidiendo. En los exámenes tipo test, una sola palabra o una simple coma puede cambiar el sentido de toda la pregunta. Si te la has saltado, da por perdida esa respuesta. Algo tan obvio como leer bien una indicación, un prospecto o unas instrucciones puede hacernos perder horas de nuestro tiempo, administrar mal una medicación o conducir en dirección contraria.

Si en clase corriges los ejercicios y los entiendes, no dejes que se enfríe. Consolida ese conocimiento estudiándolo en casa. Practica los ejercicios de nuevo. Repítelos una y otra vez y comprueba que el resultado es el mismo. Esto servirá para fijar en tu cerebro como ejecutarlos y no quedarte en blanco cuando una semana después vuelvas a sentarte sobre un problema o una operación que solucionaste sin dificultad el día anterior. Recibimos mucha información en clase, si no la memorizamos practicando cuando estudiamos, no conseguiremos recordarla en un futuro. Si repites en casa todos los problemas y ejercicios que pone el profesor en clase, seguro, que en el examen te darás cuenta de que alguno es el mismo o muy parecido. Sólo cambian los datos y la redacción de los enunciados, pero los planteamientos y el método son siempre los mismos. 

Práctica de forma lúdica y divertida.

Aprender, leer correctamente y practicar son tres puntos fundamentales que debemos aplicar siempre si queremos ser amigos de las matemáticas. Pero si quieres seguir creciendo, trabajar la agilidad mental y la deducción lógica. Internet está lleno de juegos, recursos y actividades divertidas que puedes realizar para ejercitarte. Juegos matemáticos en línea, competiciones con otras personas que te reten y te diviertan. Haz sudokus, y sigue Bloggers y youtubers que enseñen matemáticas online utilizando juegos matemáticos.

Parece obvio, pero todos caemos.

Cometemos errores de cajón, cosas obvias que parece que no hay ni que decir y nos ocurren. Identifícalos para poder evitarlos. Aunque no los reconozcas en alto, nos vale con que tomes nota.

  • Trabajar con ejercicios sin corregir o apuntes ilegibles.

Tus apuntes, ejercicios corregidos y notas tomadas en clase serán tu faro de Alejandría cuando te sientes a estudiar solo ante el peligro en casa. No hay mejor forma de perder el tiempo y hacerse un lío que trabajar sobre ejercicios incorrectos. Tener a medias la información o no entender que has escrito. Pon toda tu atención en clase para corregir cada ejercicio, dedica un tiempo a poner en limpio los apuntes, realiza esquemas y ordena toda la información que recibes en clase. El día que hay menos materia que estudiar, dedica un tiempo a organizar, pasarlo todo a limpio y ordenarlo.

Empezar con problemas demasiado difíciles

Sólo conseguirás frustrarte y hacer que parezca imposible. Las matemáticas hay que aprenderlas paso a paso. Ir resolviendo de menor a mayor dificultad te ayudará a fijar los conocimientos aplicándolos en la siguiente fase. Además, ver que todo fluye, te hará sentir más seguro y con más ganas para ir subiendo escalones. 

Abandonar al primer error o bloqueo.

Dar al temario una vuelta más, un segundo intento, leer de nuevo el enunciado y volver a revisar los apuntes. Estas trabajando sin querer todos los puntos anteriores. Ejercitando tu cerebro y ganando agilidad mental. No lo dejes pendiente con un único intento para verlo mañana en clase. Aunque no consigas resolverlo, habrás releído la teoría varias veces, repasado de nuevo la operativa y vuelto otra vez a repasar. Cuando veas la resolución en clase te darás cuenta de que lo entiendes todo más rápido, el esfuerzo habrá valido la pena.

Si en algún momento te ves muy perdido pide ayuda. Buscar clases extraescolares de apoyo o clases a domicilio. Seguro que en unas horas con un profesor particular te pones al día. No dejes que se te vaya de las manos y termines por odiar las matemáticas.

Trabaja el cálculo mental

Según decía Bruce Lee la verdadera fuerza está en tu cerebro, ejercítalo. El cálculo mental entrena la memoria y potencia la concentración. Olvídate de la calculadora del móvil y haz operaciones de memoria, tu cerebro siempre estará contigo, el móvil es fácil que no. Hazlo sin necesidad, con las matrículas de los coches cuando vayas en el autobús, con la pequeña cantidad de uno con cualquier valor que te venga a la cabeza.

Te dejamos tres trucos infalibles para ejercitarte, poner tu cerebro a trabajar y mejorar el cálculo mental:

  • Emplea las reglas básicas de la divisibilidad por 2, 3, 4, 5, 10 y 11.
  • Usa la multiplicación por 11 con cantidades pequeñas.
  • A la hora de sumar simplifica los números descomponiéndolos.

Ahórrate las sorpresas desagradables y prepárate.

Estudia con regularidad y ve consiguiendo buena nota en los controles o exámenes que no sean de evaluación, cuando lleguen los finales sólo tendrás que repasar. Si acumulas materia por aprender será imposible hacerte con todo uno o dos días antes del examen. No te arriesgues a llegar sólo con la mitad aprendida y dejar el resto al azar. Recuerda que la clave de las matemáticas es que no te quede ningún secreto por conocer y hayas podido practicarlo una y otra vez. Tómate los exámenes entre evaluaciones como una práctica para controlar qué necesitas trabajar más a fondo, resolver las dudas con el profesor o valorar si vas en una buena línea.

Si te ves perdido busca ayuda, un buen método te puede facilitar mucho las cosas para aprender matemáticas.

No des nada por sentado antes de un examen

Si un amigo de la clase de al lado te pasa preguntas o te cuentan que materia ha caído en el examen, estudia sobre ello, pero no dejes de lado lo demás

Los profesores saben que os relacionáis entre vosotros, no es que vayan a pillar, es que su función, además de que aprendáis matemáticas es ser justo y que todas las clases tengan igualdad de oportunidades. Nunca pienses que vas por delante porque sepas las preguntas de la clase de al lado. Se más listo y refuerza esa materia, es fácil que sean problemas y ejercicios similares con distintas operaciones. Pero no te arriesgues dejando de repasar lo demás.

Resume y haz esquemas

Resume con tus palabras, subraya y haz esquemas. Utiliza colores para resaltar lo importante, remarca las palabras básicas que te ayudarán a recordar el resto. Estudiar repitiendo mentalmente a veces es aburrido y difícil de memorizar. Escribiendo estás a la vez grabando en el disco duro de tu cerebro la información. No intentes repetirlo todo con las mismas palabras. Quédate con las más importantes, con las técnicas y los nombres propios, sintetiza el resto y explícate con las tuyas. Escribe glosarios de palabras clave. 

Las reglas mnemotécnicas no sirven para entender, pero son ideales para memorizar fechas, nombres, lugares o datos concretos. Una técnica mnemotécnica genial y muy fácil de aplicar es el método de Loci. Imagina una habitación o un camino que te resulte totalmente conocido y cotidiano. Puede ser una imagen mental de tu cuarto o un recorrido por tu casa. Asocia bloques de información a determinados lugares y según lo vayas recorriendo mentalmente, haz paradas para recordar la información asociada. Por ejemplo, imagina en la puerta del cuarto de baño escrito el teorema de Pitágoras, avanza hacia la cocina y en el pasillo escrita sobre la pared visualiza una fórmula matemática. Asocia la información a cada lugar conocido y al recorrer mentalmente ese lugar vendrá el recuerdo de la materia.

Si no sabes resumir bien o hacer esquemas pide ayuda. Busca un profesor particular que pueda enseñarte técnicas de estudio o un buen método. Es esencial aprender a sintetizar la información para poder asimilar lo realmente importante. Como siempre puedes contar con la ayuda de resueltoos a través de su suscripción y de sus cursos de matemáticas, física, química, lengua, historia y dibujo técnico.

Para seguir aprendiendo:

1- La inteligencia artificial ya esta aquí y se llama chat GPT

2- ¿Quieres ser una gran científica? Estamos a tu lado

3- Llévate el éxito

4- Dominio de una función

5- Puntos de corte con los ejes

 

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